viernes, 4 de julio de 2008

Biblio: Una cuestión de peso



¿Recuerdas cuánto pesabas en primer año? Yo sí: 74 Kg. Hoy, seis años después, la cantidad de grasosa masa es de 93 Kg. En promedio se aumenta unos 3 Kg. al año, además de aumentar en tres tallas el pantalón. Calculando mi IMC, el resultado fue:

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Claro que yo no soy el único en este país que se encuentra con problemas de sobrepeso, basta sólo con mirar a nuestros niños en cualquier colegio de Chile para darse cuenta que esto ya es una pandemia. Pandemia que a llegado a nuestras aulas, dado que nuestros colegas de bibliotecología están bastante rellenitos, tanto los estudiantes como algunos docentes, y no solo de nuestra faja de tierra, sino que se expande sin fronteras, como ejemplo de ello es Larry Nash
White quien de visita en Chile nos sorprendió más con su anatomía que con su intelecto.


Para serles sincero, el trabajo de bibliotecario es bastante sedentario, sentarse frente al PC a catalogar como un autómata, buscar en catálogos bibliografías para referenciar no requieren de mucho esfuerzo físico y hacer circulación generalmente esta reservado a los asistentes o alumnos en práctica, por lo que el bibliotecario no se moverá mucho durante su jornada de trabajo. Considerando también que estudiar bibliotecología es altamente sedentario, ya que el único ejercicio es llegar al cuarto piso y subir al ermitaño, acompañado de chelas, choripanes y unas cuatro cajetillas de cigarro. Es obvio que el aumento de peso se torna inevitable, por lo que al cabo de cinco años la figura esbelta que poseías cuando mechón se va esfumando, convirtiéndote de a poco, casi sin darte cuenta, en un gordito de cachetes colorados e, increíblemente, con mas pechos que varias de tus compañeras.

Pero ¿qué hacer para detener esta situación y evitar que los niños de hoy hablen de la vieja, fea, solterona y además guatona de la biblioteca, o las niñas del viejo feo con cara de caliente y además guatón-tetón del bibliotecario?

Primero que todo, un casino decente ayudaría a tener una dieta más balanceada, que cumpla con estándares mínimos de buena nutrición aprobados por el INTA. Segundo: realizar actividades deportivas obligatorias y voluntarias pero en PROVIDENCIA, ya que llegar a Macul es una paja de los mil demonios que nadie con sobrepeso puede realizar sin agotarse antes de llegar. Tercero, que vuelva la Bibliocopa y que participemos en el campeonato de la facultad. Cuarto: ésta es la
alternativa que más me gusta, pongámonos todos en campaña ¡5 AL DIA, TU VIDA CON ENERGIA!



1 comentario:

Anónimo dijo...

aqui no comento nadie por que todos se sintieron tocados(as)